Llaman a la puerta, pero no me apetece abrir, tengo miedo ¿Y si es él? . Me mirará y juzgará por lo que fui, soy y seré. No voy a cambiar por nadie, pero no está preparado para entenderlo.
Mi viaje ha creado a un ser egoísta, egocéntrico y a veces malvado, todo dicho con orgullo, quizás soberbia, pero no me arrepiento de ello. He aprendido a quererme, a valorarme y a disfrutar lo que otros se empeñan por prohibir, esconder o manipular. Marionetas dirigidas por hilos invisibles pero más resistentes que las cadenas más gruesas forjadas, imposibles de romper y difíciles de debilitar , pero cuando lo consigues te das cuenta de que no hay marcha atrás. Nada volverá a ser como antes.No digo ni peor ni mejor, solo tú podrás decidirlo tras haber recorrido ese camino. Jamas volverás a ser tú, pero jamás volverás a ser ellos.
Quizás no soy un ser tan malvado, pues me da miedo su rechazo, pero algo en mi sabe que si no abro ahora la puerta, en otro momento tampoco tendré el valor de hacerlo. Me mira. Lo miro. Sus ojos brillan más que nunca. No me odia. Estaba equivocada. El también esta luchando. Me entiende. Me besa. Nos besamos…